Francisco el Hombre

Nov 28, 2023

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Barranquilla, Colombia

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Música, tradición e identidad frente al mal

La leyenda de Francisco el Hombre es la historia más popular de la música vallenata en Colombia. Cuenta la historia de un juglar, músico y narrador oral digno representante de la cultura Valduparense y Guajira, que se enfrentó al Diablo en un duelo de piqueria1 y composición musical tocando a pleno folclor y tradición los cuatro aires del esplendoroso acordeón.

La leyenda toma importancia al ser un triunfo sobre el mal gracias al poder de la música tradicional. Su historia expresa la cultura Guajira y Vallenata, puro folclor y tradición musical que Colombia ofrece como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Su trascendencia ha llevado a que el Festival de “Francisco el Hombre” celebrado en Riohacha lleve su nombre, así como el Festival de la “Leyenda Vallenata” celebrado en Valledupar le haga alusión, además existen numerosas adaptaciones musicales, culturales y literarias en diversas canciones, poemas, obras de teatro, telenovelas y películas colombianas inspiradas en su leyenda; incluso en el mismo Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez se menciona su leyenda.

Cuenta la leyenda…

Que Francisco era un hombre muy humilde que vivía en una población cercana a Riohacha, en el extremo norte de Colombia. Su inventiva lírica era prodigiosa, así como su talento con el acordeón, ambos concebidos desde muy pequeño, fuego encendido por la chispa de su abuelo verseando al llanto de su instrumento, que junto a la magia Guajira lo hizo descubrir el propósito que lo convertiría en el más grande músico de éste género.

Ilustración de Francisco el Hombre en parranda (Leyenda de Francisco el Hombre)

Su gusto por la parranda estaba casi a la par de su talento, buscando de tierra en tierra fiesta cualquiera que se encontrara viva, para no acordarse de la muerte; fue así como empezó por amenizar las mismas, por avivarlas y al encontrarse en constante viaje, las personas le encargaban mensajes que transmitiera a diferentes lugares. Su talento y reconocimiento creció con cada recado que dejaba a verso cantado y parranda que a varios días amenizara.

En una hermosa noche estrellada, Francisco viajaba por las Dunas de Taroa, donde la arena dorada del desierto Guajiro se encuentra con el salado azul del mar, y mientras practicaba acordes y componía nuevas estrofas, escuchó como en la distancia le respondía un solitario acordeón a toda composición que él tocara, su son era melancólico, acompañante ideal de la soledad que atravesaba, y a pesar de la sonora brisa, sus acordes se distinguían tan increíbles que decidió acercarse al origen de donde lo llamaban.

Ilustración de Francisco el Hombre en el desierto del Taroa (Leyenda de Francisco el Hombre)

Cuando el son del acordeón sonaba más fuerte, divisó en la distancia una silueta delgada; se dirigió cautivo hacia ella, cuando llegó, encontró a un hombre alto, delgado, con piel pálida y mirada penetrante que reía con dientes afilados, y a pesar de la noche clara, no lograba distinguir por completo sus facciones. Apenas la Figura vio a Francisco, lo retó con sonoros aires a un duelo, así que el hombre detuvo su burro, bajó y alistó su compañero. Apenas lo hizo, la Figura tocó un cambio magistral transformando el son en paseo, a Francisco lo deslumbró lo limpio que ejecutó su proeza, pero apenas terminó, le aceleró el paseo en magna respuesta; los aires pasaron a merengue y llegaron las piquerias. La lírica desafiante tomó presencia.

Ilustración de la Figura tocando el acordeón (Leyenda de Francisco el Hombre)

La Figura respondía a cada respuesta con risas, mientras Francisco de sudor se empapaba. En una de ésas, el sonar de la Figura redobló con tal fuerza oscura y opresiva que hizo espantar al burro de Francisco, un trueno retumbó, desaparecieron las estrellas, la luna los desamparó y el viento arrebató las dunas, ante ellos se presentó la verdadera soledad restando sólo la oscuridad a su alrededor. Fue entonces, cuando pudo vislumbrar de su émulo acordeón como 2 cachos apuñalaban el ambiente, y con el olor a azufre y retumbar disonante fue cuando se dio cuenta que ésa Figura con la que había estado batallando durante horas no era más ni menos que el mismísimo Diablo.

Francisco tragó en seco, el hombre supo enseguida que a pesar que el Diablo tocara con maestría sobrenatural y él lo aventajara con talento y voluntad, la batalla no terminaría jamás, sabía que con su cuerpo terrenal terminaría perdiendo la vida por cansancio, condenando su alma al fuego eterno que en versos el Diablo ya reclamaba; pero el hombre, con mucha creencia y devoción tuvo la ingeniosa idea de tocar el credo al revés, lo cual enardeció de rabia al Diablo que empezó a vociferar maldiciones que Francisco no lograba descifrar en lengua hablada.

El hombre se mantuvo firme y siguió tocando, repitiendo el credo hasta el cansancio sin importar qué tan seca estuviera su garganta. Tanta fue la persistencia del hombre, que el Diablo no aguantó más y con mucha rabia abandonó la batalla no sin antes execrar un gargajo abrasivo en la arena.

Ilustración del Diablo enfurecido (Leyenda de Francisco el Hombre)

Cuando la figura del Diablo desapareció por completo, las estrellas volvieron a brillar, las dunas a aparecer con el viento y en la distancia se podía ver al burro de Francisco esperándolo con recelo. El fuego que había escupido el diablo antes de irse, sin embargo, había quedado encendido, hasta que en un repentino torbellino lanzó a Francisco al suelo, tomó el fuego y con el alborotar de la arena lo hizo apaciguar distribuyéndolo a lo largo y ancho del desierto, dejando consigo un halo encendido en el firmamento frente a un cálido amanecer que ya se vislumbraba.

Francisco se reincorporó, vio su carne teñida de rojo, su camisa ahumada, y la belleza de un nuevo día en el firmamento, seguía vivo y su amor a la vida, anhelo y esperanza lo reconfortaban con lágrimas al confirmarle que su alma seguía consigo, y tras dudar de lo sucedido, vio al Cielo y comprendió lo que con su ayuda había logrado, le dio sus gracias con más lágrimas, y enseguida corrió hacia el burro con el fin de ir al pueblo más cercano para contarle a toda persona cómo ésta consagrada música lo había salvado. Fue así como Francisco, al clamor de su gente fue convertido en el Hombre, máximo juglar divinamente encargado de llevar la música vallenata a todo pueblo existente.

Ilustración de Francisco triunfante convertido en el Hombre (Leyenda de Francisco el Hombre)

Al día de hoy su ánima se manifiesta en horas de iluminada creatividad cuando los cantantes vallenatos cantan con sentimiento y alma.


Glosario

  1. Piqueria: Género musical de la región caribeña. Se trata de un enfrentamiento entre dos o más copleros que buscan resaltar sus cualidades y rebajar a su oponente. Los instrumentos que acompañan a la piqueria son el acordeón, la caja y la guacharaca.

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